Enséñame a conocer el verdadero concepto que tienen tus manos, cuando tocan las mías, o simplemente saber que es lo que pide tu pecho esta mañana. Pero no me dejes actuar como un estúpido, frente a una pantalla donde se expresa el tratamiento de mi decepción. Quiero que te vallas, y dejar de fingir un amor, como de esos que salen en la tele, donde ni la distancia ni el tiempo podrá separarnos.
Enséñame a recorrer caminos de verdadera lástima, para poder llorar también. Siento las ganas de beber ese licor de angustias y votarlas por la uretra, tirarlas en el baño, o mejor en un poste de luz.
Quiero que me enseñes a llegar a donde todos llegamos en el fin de una relación... o a donde todos nos mandan.
Pero no te olvides del tiempo.
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